La diferencia de puntos entre Vettel y el resto de pilotos es tan abismal, que a falta de cuatro carreras el alemán podría proclamarse en Japón campeón del mundo (2013) por cuarta vez consecutiva. Lejos quedan las luchas hasta la última jornada de años anteriores.
Sebastian Vettel subió a lo más alto del podio ayer en Corea, un lugar, que ha hecho propio esta temporada. Con ocho victorias, cuatro de ellas seguidas (la segunda parte de los campeonatos son el plato fuerte del germano), Vettel suma 272 puntos, solo nueve menos que con los que fue campeón en el Mundial de 2012.
El alemán lo hizo todo perfecto y una vez más, la mala suerte fue toda a parar a su compañero de equipo, que cuando no tiene problemas en boxes, sale mal parado de lances ajenos en pista. Webber abandonó ayer después de que su monoplaza ardiera a pocas vueltas para el final. Para Alonso también fue un mal día: acabó sexto, y dio gracias. El asturiano se quedó encerrado en la salida, fue adelantado por Hulkenberg y maquilló el día gracias a los safety car.
Junto a Sebastian Vettel subieron al podio Kimi Raikkonen y Grosjean.
Este mundial tiene nombre y apellido y si no suena el alirón en Japón, lo hará en India, hay que rendirse a la evidencia. Seguro que los pilotos ya están pensando en la temporada 2014.