El estado de Renania Platinado de Alemania ha decidido dar 254 millones de euros para que la sociedad bajo la que opera Nürburgring, NAG, pueda hacer frente al pago del préstamo que había puesto a la concesionaria en situación de bancarrota. Con esta inyección de capital salvaría a Nürburgring de la quiebra.

Todavía queda por ver si la decisión tomada por Alemania no será vetada por la Unión Europea, ya que algunos miembros del gobierno alemán querían retrasar esta reunión especial en espera de aclarar si se estaba incumpliendo la ley europea con este acuerdo.
La mala situación del circuito alemán (del que el estado de Renania Platinado posee el 90 por ciento), se debe al endeudamiento que ha supuesto la construcción de un palacio de congresos, un centro comercial y una montaña rusa adyacentes al Nordschleife y que han tenido (como era de esperar) escaso éxito. Sin duda una explotación más rentable del Infierno Verde no va en dirección a convertirlo en un circo, sino en acrecentar su prestigio, continuar con carreras de resistencia, Grandes Premios de Fórmula 1, contratos con firmas importantes para realizar pruebas de sus coches e incluso dar el placer a particulares de poder rodar unas vueltas en la pista por un módico precio en los días en los que no se utilice.
De momento, si el préstamo estatal no se demuestra ilegal, la pista podrá saldar su deuda. A partir de ahora nos vienen ciertas preguntas a la cabeza, ¿tiene margen para continuar con su normal actividad? El espectáculo debe continuar en esta pista que nació en los años veinte en medio del bosque de las montañas Eifel y que se culminó hace 28 años con la construcción de la pista para correr grandes premios de Fórmula 1.