Todos los coches nuevos como muy tarde el 31 de marzo de 2018, deberán integrar un sistema de llamada en caso de emergencia llamado eCall a raíz de un acuerdo alcanzado en el Parlamento Europeo, entre los Gobiernos y la Eurocámara con 0 votos a favor, 1 en contra y 2 abstenciones. Ahora debe ser aprobado formalmente por los Estados miembros y finalmente por el pleno de la Eurocámara, probablemente en marzo de 2015.
Este sistema eCall marca automáticamente el número 112, el número único de emergencia europeo, cuando tiene lugar un accidente grave que detecta el coche. De este modo, transmite a los servicios de emergencia la localización del vehículo, incluso cuando el conductor está inconsciente o incapacitado para realizar una llamada telefónica. Se calcula que este sistema podría salvar hasta 2.500 vidas al año, una nueva normal muy importante para la DGT.
Los datos recibidos a través de eCall permitirán a los servicios de emergencia prestar asistencia en un plazo más breve a los conductores y pasajeros de un vehículo, ayudándoles así a salvar la vida y a tratar las heridas rápidamente. Las estimaciones sugieren que eCall podría acelerar el tiempo de respuesta a las emergencias en un 40% aproximadamente en las zonas urbanas y en un 50% en las zonas rurales.
El Parlamento también ha introducido cambios en el proyecto para garantizar que los datos reunidos por los centros de emergencia no se transfieran a terceros sin el consentimiento expreso de la persona afectada. Los fabricantes deberán garantizar además que el diseño de la tecnología eCall permita el borrado total y permanente de los datos reunidos.
Los eurodiputados han reforzado las cláusulas sobre protección de datos en esta norma para evitar el seguimiento de los vehículos equipados con eCall antes de que ocurra un accidente. Además, si el siniestro se produce, la llamada automática dará a los servicios de emergencia únicamente datos básicos mínimos como el tipo de vehículo, el tipo de carburante utilizado, el momento del accidente y la localización exacta.
El compromiso retrasa dos años y medio la fecha inicial que había propuesto la Comisión para introducir obligatoriamente la llamada automática de emergencia, que era octubre de 2015. Esta fecha había sido respaldada también inicialmente por el Parlamento Europeo, que finalmente ha accedido a retrasarla un par de años más.