Por mucho que se empeñen las campañas de marketing en intentar crear la imagen del "coche para mujeres", ¿es esto una realidad? ¿Hay coches para hombres y coches para mujeres? O mejor dicho, ¿hombres y mujeres buscan coches distintos?
Las mujeres y los hombres son muy diferentes, por tanto, es normal que el marketing intente tratar de maneras distintas a unos y otras. Sin embargo, ¿es tanto el crear un producto enfocado a hombres o mujeres, como el saber anunciar el mismo de maneras diferentes apelando a estos diferentes públicos? Partiendo de la base de que no creemos que haya coches para mujeres y coches para hombres, quizá sí hay formas de anunciar vehículos que puedan convencer más a hombres que a mujeres, y viceversa.
Generalizar por sexos en modelos de automóvil parece algo arcaico, sin embargo, hay estudios que demuestran que las decisiones de compra de unos y otros se basan en cosas distintas. Las mujeres son más pragmáticas, multitareas y se dejan llevar por las vertientes emocionales de la publicidad. Por tanto, la forma de comunicación debiera ser diferente, ¿pero lo debiera ser el producto?
La conciencia femenina de la mujer no se compra a base de añadir brillantes a una palanca de cambios y/o protección UVA al parabrisas, como medida antiarrugas. Una protección UVA y UVB es una buena característica para una luneta, sin embargo, centrar toda la campaña de marketing en ello, como hizo Honda con su modelo Fit She's, es casi un insulto. Vamos a ver este ejemplo.
El Honda Fit She's, un vehículo exclusivo para el mercado japonés, se ha lanzado como "coche para la mujer" por su color rosa, su sistema antirrayos ultravioleta y su aire acondicionado que cuida el cutis. Como en todo, habrá japonesas que estén encantadas (parece un mercado apropiado asombrillado y amitonado), pero la mujer media verá en este coche una explotación de tópicos superficiales. ¿No son acaso características normales que podrían configurarse en las gamas ya existentes? Es inconcebible que a una mujer no le interese cuánto gasta el coche o la potencia que tiene, así como los extras que le ayudarán en la carretera, más allá de proteger su piel de arrugas.
Hombres y mujeres son individuos diferentes pero al volante todos tienen las mismas prioridades y necesidades básicas.
No queremos acabar sin comentar el caso de TrueCar. Aunque no está vinculado directamente con el tema de si un coche para una mujer debiera ser diferente que para un hombre, sí lo está con la forma sexista que puede darse a la hora de anunciar un producto en esta industria: no es esto a lo que nos referíamos cuando comentábamos que diferentes públicos, necesitan formas diferentes de llegar a ellos. La empresa TrueCar lanzó un anuncio de su venta de coches de segunda mano en el que varias mujeres explicaban lo sencillo que ha sido hacer las transacciones con ellos. Hasta ahí todo bien: muchos de nosotros nunca hemos lidiado con la venta de un vehículo y dejarnos asesorar (y de forma gratuita) nunca está de más, el problema llega cuando una de las actrices del vídeo dice "ya no tengo que llevar a un tío conmigo". Aquí tenéis el anuncio de la discordia:
¿Eres mujer? ¿Qué coche tienes?