La industria automovilística trata de asomar la cabeza tras un periodo de crisis económica como nunca antes había padecido. España no es una excepción, aunque los datos invitan al optimismo: durante el 2013 las ventas de coches repuntaron un 3,3%, y los datos del primer trimestre del 2014 son también satisfactorios, con un incremento del 11,8% con respecto al mismo periodo del año anterior. El plan PIVE tiene la culpa.

Durante el pasado ejercicio 2013, el coche más vendido en nuestro país fue el Citroën C4, con 23837 unidades. El podio lo completaron el Renault Mégane y el Seat Ibiza, con 23310 y 23141 unidades vendidas respectivamente. En los tres casos el número de unidades vendidas de esos modelos fue inferior en 2013 a las unidades vendidas en 2012.

Se da la circunstancia de que los tres vehículos son fabricados en España. Los dos primeros en la factoría PSA Peugeot Citroën y el Ibiza, en Martorell.