Durante las fiestas de los pueblos, son muy populares las carreras de autos locos. Estas peculiares competiciones recompensan la originalidad y el esfuerzo de los vecinos, que se enfrentan con vehículos sin motor ni sistema de propulsión.
En una competición de autos locos, los vehículos no deben estar dotados de ningún sistema de propulsión, ni siquiera de pedales. Lo único que está permitido, y suele exigirse, es un sistema de frenado y un mecanismo de dirección para poder controlarlo.
Los automóviles que se presentan a estas competiciones son creaciones caseras, confeccionadas por los participantes, que de normal forman grupos para construir los vehículos y para empujarlos y conducirlos durante la carrera.
La carrera suele hacerse sobre un recorrido con pendiente que permita la movilidad del vehículo tras el primer empujón del equipo. Es habitual que esta competición tome forma de prueba contrarreloj, en la que los coches van lanzándose uno por uno y se ordenan en una tabla según los tiempos conseguidos, aunque también hay lugares en los que todos forman una ordenada parrilla y se lanzan a completar el recorrido.
Además de su construcción casera, por regla general los coches tienen que representar un tema, del que después irán disfrazados sus participantes. En esta parte es fundamental la labor de un jurado que suele otorgar premios a los equipos más originales. ¿Has participado alguna vez en estas carreras? No pierdas la oportunidad de hacerlo en tu pueblo o alguno cercano, seguro que te diviertes mucho.