Los frenos son uno de los elementos de seguridad más importantes del coche, de ello depende nuestra seguridad y por eso merecen que les prestemos atención. Los frenos del coche son los grandes olvidados; siempre que emprendemos algún viaje largo nos fijamos en la presión de los neumáticos, los niveles de líquido del motor o la cantidad de combustible, y sin embargo, rara vez nos referimos a un componente de tan capital importancia.
Que fallen los frenos o que no respondan de forma eficaz cuando los necesitamos es sinónimo de que algo puede salir mal. Por todo esto, es imprescindible un buen mantenimiento de los frenos, y para ello también lo es conocer los síntomas que nos indican que no están funcionando como deberían. A continuación te contamos cómo detectar que los frenos de tu coche no funcionan correctamente.
Los frenos
En primer lugar, es importante que conozcas cómo funcionan los frenos de tu vehículo. En función de sus características, los frenos se dividen en dos grupos: frenos de disco y frenos de tambor. Su capacidad para decelerar se basa en la fricción resultante del roce de las pastillas de freno contra un disco, en el caso de los primeros, o contra un tambor en los segundos.

Las pastillas se accionan mediante un sistema hidráulico que amplifica la presión que ejercemos sobre el pedal de freno, por lo que los equipos con discos son los más utilizados, pues son más ligeros, su respuesta es más rápida y retienen con mayor eficacia.
Síntomas de que los frenos no funcionan correctamente
Es importante entender las señales que nos envían los frenos: usos, manías y señales del salpicadero. La forma de conducir también es un factor clave para determinar el desgaste de los mismos. Existen diferentes tendencias: abusar del pedal de freno, ser agresivo con ellos o no practicar la retención. Abusar de estas prácticas supone desgastar con mayor velocidad estos elementos. Poner en práctica técnicas de conducción eficientes alargará su vida útil.
- Vibraciones al pisar el pedal del freno → Prestar mucha atención a esta señal (sin confundirla con la señal ABS cuando éste entra en funcionamiento), pues una vibración no prevista no indica nada positivo. En este caso es importante acudir de inmediato al taller; podrían ser los frenos o un desequilibrio de ruedas.
- Si para frenar con la misma capacidad de antes tienes que ejercer mayor presión → Algo no funciona como debería. Podrían ser las pastillas de freno o los discos. Se recomienda llevarlo al taller de inmediato, pues es posible que las pastillas o los discos necesiten revisión.
- Si el pedal se hunde al pisarlo → Este síntoma es muy peligroso porque podríamos tener poca presión en el circuito de frenado, poco nivel de líquido de frenos o unas pastillas a punto de agotarse.
- Si se enciende el indicador/testigo sin motivo → Este es uno de los síntomas más evidentes. Podría tratarse de algún error pero es importante revisarlo de inmediato. Nuestra seguridad depende de ello.
- Un ruido chirriante al pisar el pedal → Un ruido que antes no estaba debe ponernos en sobre aviso, aún más si el ruido es de estas características.
- Presta atención al nivel del líquido de frenos → Es mejor ser previsores. Si mantenemos vigilado el funcionamiento de los mismos, será más fácil conservarlos en buen estado.
- Si el freno está más duro de lo normal → Este síntoma podría indicar que las pastillas están sucias, oxidadas, tienen grasa, aceite, algún fluido, o incluso están cristalizadas.
Para tu seguridad y la del resto de usuarios de la vía, revisa de forma periódica tu vehículo y especialmente ante cualquier síntoma. Conducir con prudencia y sin forzar el vehículo alargará la vida útil de los mismo y evitará a largo plazo este tipo de problemas.