Hace algunos años se desmanteló en España una red dedicada al suministro de gasolina adulterada y desde entonces no hemos vuelto leer ningún titular que advierta de este problema, lo que no quiere decir que no exista. El combustible adulterado podría causar graves problemas en nuestro vehículo, por lo que debemos estar pendientes a las señales y avisos que nos envía nuestro vehículo para detectar cualquier posible problema.
¿Qué es el combustible adulterado?
El combustible adulterado es aquél que ha sido corrompido. Existen diversas formas de estropear, falsear o adulterar la gasolina: añadirle agua, disolvente, no echarle agentes lubricantes, introducir residuos, etc. Esto provoca una mala combustión y un mal funcionamiento del coche llegando incluso a estropearlo de forma definitiva.
Cómo detectar si el combustible está en mal estado
- La primera señal para detectar que el combustible ha sido adulterado se percibe al arrancar el motor. Algunas de las señales serán: falta de potencia, tirones y problemas al intentar acelerar el automóvil.
- La gasolina de baja calidad o adulterada hará que el coche se cale constantemente o directamente no arranque.
- Si el coche nos deja tirados en medio de la carretera sin ningún motivo aparente, podría ser una señal identificativa.
- Llevar el control de consumo de gasolina de nuestro vehículo e intentar repostar siempre en la misma gasolinera. De esta forma conoceremos la duración de nuestro combustible y será más fácil detectar cualquier tipo de irregularidad.

Qué hacer si descubrimos que ha sido adulterada
La organización española en defensa del consumidor FACUA, explica los pasos a seguir en caso de detectar que nuestro vehículo lleva gasolina en mal estado.
- Presentar una reclamación a la gasolinera acusada presunto fraude.
- Demandar un peritaje del coche a una empresa especializada en este tipo de estafa. De esta forma conoceremos si los síntomas han sido producidos por el combustible.
- Si el perito confirma que el problema está relacionado con la gasolina, se llevará el coche al taller para desmontar el motor y corroborar que los problemas son efecto del carburante.
- Pedir un análisis del combustible a la empresa, o bien de forma gratuita al Instituto Nacional de Consumo (INC).