
Durante los cinco años que duró su producción en serie sólo se construyeron 106 McLaren F1, de ahí que sean piezas tan raras como admiradas. Por eso cuando uno se pone a la venta, no tarda mucho en cambiar de manos. El último dueño que se ha desprendido de un F1 lo ha hecho tras embolsarse 3.8 millones de libras, lo que equivale a 4.75 millones de nuestros euros.
Si veinte años después del lanzamiento del McLaren F1 alguien se preguntaba cuánto podría alcanzar uno de estos portentos en el mercado, la respuesta contiene muchos ceros. 4.750.000 euros es el precio por el que Tom Hartley, famoso vendedor británico de coches de lujo, ha conseguido vender uno de los 72F1 que fueron construidos para particulares, y no para competir en carreras.
No es poco dinero, pero queda muy lejos del récord como coche más caro del mundo, el Ferrari 250 GTO vendido este año por 28.2 millones de euros.
El vehículo en cuestión es un F1 en plata que pertenecía al hijo del fundador de Tom Hartley. El McLaren F1 monta un motor V12 de 6.1 litros y 627CV de potencia. Alcanza los 97km/h en 3.2 segundos.
Entre las caras conocidas que poseen una de estas piezas de colección están Jay Leno, Wyclef Jean, el sultán de Brunéi, Rowan Atkinson o Elon Musk, co-fundador de Paypal.
Uffff tantos ceros nos marean. Esperemos que lo cuide como es debido su nuevo propietario :)